Cicatrización: aunque se espera una buena cicatrización de la herida después de un procedimiento, pueden producirse cicatrices anormales dentro de la piel y el tejido más profundo. En casos raros, pueden resultar cicatrices queloides. En algunos casos, las cicatrices pueden requerir revisión o tratamiento quirúrgico.
Quemaduras:
La energía láser puede producir quemaduras. Puede ser necesario un tratamiento adicional para tratar las quemaduras por láser.
Accutane (isotretinoína):
este medicamento puede afectar la capacidad de curación de la piel después de los tratamientos o la cirugía durante un tiempo variable, incluso después de que el paciente haya dejado de tomarlo. Se recomienda a las personas que han tomado este medicamento que permitan que su piel se recupere de Accutane antes de someterse a procedimientos de tratamiento con láser.
Fuego: Los agentes inflamables, los paños y tubos quirúrgicos, el cabello y la ropa pueden encenderse con la energía del láser.
Humo láser (penacho):
El humo láser es nocivo para quienes entran en contacto con él. Este humo puede representar un posible peligro biológico.
Infección:
aunque la infección después de los procedimientos cutáneos con láser es inusual, pueden ocurrir infecciones bacterianas, fúngicas y virales. Las infecciones por el virus del herpes simple o zoster pueden ocurrir después de un tratamiento con láser. Si se produce una infección, puede ser necesario un tratamiento adicional que incluya antibióticos, hospitalización o cirugía adicional. Si tiene herpes labial, herpes o zoster, infórmenos antes del tratamiento con láser. Los medicamentos deben recetarse y tomarse antes y después del procedimiento de tratamiento con láser para suprimir una infección por este virus.
Piel dañada:
la piel puede sanar de manera anormal o lenta después del tratamiento con láser u otras técnicas quirúrgicas. La ocurrencia de esto no es predecible. Puede ser necesario un tratamiento adicional.
Irregularidades en el contorno de la piel:
pueden ocurrir irregularidades y depresiones en el contorno después de la cirugía. Se pueden producir arrugas visibles y palpables en la piel. Esto puede mejorar con el tiempo o puede corregirse quirúrgicamente.
Dolor:
Es posible que experimente un dolor leve después del tratamiento con láser. El dolor crónico es muy raro.
Resultado insatisfactorio:
aunque se esperan buenos resultados, no hay garantía expresa o implícita sobre los resultados que se pueden obtener. Esto incluiría riesgos tales como deformidades visibles inaceptables, descamación de la piel, pérdida de función, cicatrización deficiente, rotura de heridas, cambios de color permanentes en la piel y pérdida de sensibilidad. Es posible que se necesiten procedimientos adicionales para intentar mejorar sus resultados.
Falta de resultados permanentes:
la depilación láser no es permanente.
Patrones visibles de la piel:
los procedimientos con láser pueden producir patrones visibles dentro de la piel. La ocurrencia de esto no es predecible.
Distorsión de las características anatómicas:
los procedimientos con láser pueden producir una distorsión de la apariencia de los párpados, la boca y otros puntos de referencia anatómicos visibles. La ocurrencia de esto no es predecible. Si esto ocurre, puede ser necesario un tratamiento adicional, incluida la cirugía.
Decoloración/inflamación de la piel:
normalmente se produce algo de inflamación después de los procedimientos con láser. La piel en o cerca del sitio quirúrgico puede parecer más clara o más oscura que la piel circundante. Aunque es poco común, la hinchazón y la decoloración de la piel pueden persistir durante períodos prolongados y, en raras ocasiones, pueden ser permanentes.